Serie la Vid Verdadera Parte 6: "EL MANDATO DEL AMOR: TÉSIS SOBRE LE DISCÍPULASO"
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Estamos en la semana de la Pasión, un jueves por la noche Jesús y los Doce. Capítulo 15. Hemos visto hasta ahora de Juan 15: 1 al 16 LA PARÁBOLA DE LA VID VERDADERA. Por medio de esta metáfora de la vid y los pámpanos, Jesús estableció los principios de la vida cristiana. De forma específica, Él se identificó a sí mismo como “la vid verdadera” y al Padre como “el labrador” o preservador de la vid. La vid tiene dos tipos de ramas o pámpanos: 1) pámpanos que llevan fruto, y 2) pámpanos sin fruto. Los pámpanos que llevan fruto son creyentes auténticos.
Los pámpanos que no llevan fruto representan a los que profesan tener fe, pero su falta de fruto indica que en su vida nunca ha ocurrido una salvación genuina y que no reciben su vitalidad de la vid.
Esto del 1al 16, ahora el texto nos introduce al versículo 17 al 25 donde el Señor nos enseña que los pámpanos verdaderos serán aborrecidos por el mundo.
Leamos el texto de esta sección:
Texto Expositivo Principal: Juan 15.17 al 25
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Desde la fundación de la iglesia por parte de Jesucristo, la iglesia siempre ha enfrentado persecusión. Después de que Pedro y Juan sanaran a un hombre paralítico de nacimiento en Hechos 3.
Hechos 3. 4-6 “Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos” Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”
Y luego de que Pedro predicara un mensaje evangelístico poderoso:
Hechos 3.18-20 “Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;”
Dice:
Hechos 4:1–3: “Vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde”.
A los días, con el crecimiento espectacular de la iglesia primitiva, dice Hechos 5:17–18:
Hechos 5: 17-18 “Levantándose el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, se llenaron de celos; y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública”.
Que podríamos decir de Esteban, lo acusaron falsamente por predicar el evangelio, lo arrestaron, lo enjuiciaron ante el sanedrían y lo lapidaron:
Hechos 7.58-59 “Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.”
Después de la muerte de Esteban, se desató una persecución general contra la Iglesia, encabezada por Saulo de Tarso, fariseo apasionado:
Hechos 8.1 “Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras...”
El primer apóstol en morir mártir fue Santiago, el hermano de Juan, ejecutado por el malvado rey Herodes:
Hechos 12.1-2 “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.”
Herodes también encarceló a Pedro, solo para ver que un ángel lo liberó milagrosamente:
Hechos 12.5 “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.”
De acuerdo con la tradición, el resto de los doce (excepto Juan, el cual estuvo exiliado en Patmos, se enfrentaron al martirio en algún momento:
Apocalipsis 1.9 “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.”
Después de su dramática conversión en el camino a Damasco, repito después de su COVERSIÓN GENUINA, Pablo pronto se enfrentó a una oposición feroz. El apóstol tuvo que huir para salvar su vida y lo bajaron por el muro de la ciudad en una canasta:
Hechos 9.20-23 “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo. Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;”
Este incidente trazó el curso del resto de la vida y ministerio de Pablo. Lucas dice en el libro de Hechos que, en el curso de sus viajes misioneros, Pablo tuvo que huir de Iconio a la fuerza:
Hechos 14.5-6 “Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe”
A Pablo lo apedrearon y creyeron que estaba muerto en Listra:
Hechos 14.19 “Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.”
Lo golpearon y encarcelaron en Filipos (Hechos 16)
Le obligaron a salir de Tesalónica después de que su predicación provocó un revuelo:
Hechos 17.5 “Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.”
Lo forzaron a huir de Berea después de que judíos hostiles de Tesalónica lo siguieran hasta allá:
Hechos 17.13 “Cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allá, y también alborotaron a las multitudes.” (Hch. 17:13–14); fue ridiculizado y se burlaron de él los filósofos griegos en Atenas:
Hechos 17.18 “Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.”
Pablo a la larga fue arrestado y ejecutado durante la persecución de Nerón.
Como Pablo antes de su conversión , los judíos consideraban herejes a los cristianos. Así, creían que perseguir a la Iglesia era honrar a Dios. Jesús lo dijo a sus discípulos:
Juan 16.2 “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.”
La primera persecusión ofical del Imperio Romano contra los cristianos fue en el 64 d.C. Tiempo donde los cristianos fueron torturados con crueldad, arrojados a animales salvajes, los crucificaron, y los quemaron como antorchas para alumbrar los jardines de Nerón por la noche.
Bajo la Iglesia Católica Romana, que remplazó al Imperio Romano como poder dominante durante la Edad Media, la persecución se volvió a desatar. Irónicamente, en esta ocasión la persecución contra los creyentes verdaderos vino de quienes se decían “cristianos”. Los horrores de la Inquisición.
Más recientemente, los creyentes están siendo brutalmente reprimidos por los regímenes comunista e islámico. De hecho, la misma Iglesia Católica estima que cerca de setenta millones de cristianos han muerto por profesar su fe. El número real probablemente es mucho mayor. El periodista católico citado en este artículo estima que, desde 1990, han matado a cien mil cristianos por año.
En este pasaje, el Señor Jesucristo continuó su discurso de despedida a los discípulos en la noche anterior a su muerte. Hasta este momento, su mensaje había sido de consuelo y esperanza. Había asegurado a sus discípulos su amor continuo por ellos (cap. 13) y les había hecho varias promesas magníficas (cap. 14). Pero, en el Capítulo 15. los discípulos, los pámpanos verdaderos tienen que enfrentar al mundo hostil, rebelde y que rechaza a Cristo. El mundo los odiaría y los perseguiría como odió y persiguió a su Maestro; enfrentar la hostilidad es el coste de ser su discípulo:
Marcos 13.9 “Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos.”
En la medida que la iglesia primitiva empezó a crecer, la mayoría de los discípulos experimentó el tipo de persecución de la cual Jesús habló. Desde los tiempos de Cristo, se han perseguido a los cristianos en su tierra y en campos misioneros extranjeros.
Hechos 14.22 “confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”
En este texto, Pablo y Bernabé volvieron a visitar a los creyentes en todas las ciudades en las que poco antes los amenazaron y atacaron físicamente. Sabían los peligros que enfrentaban, sin embargo creían que tenían la responsabilidad de animar a los nuevos creyentes. No importa cuán inconveniente e incómoda resulte la tarea, no debemos descuidar el apoyo que necesitan los nuevos creyentes, a quienes les hace falta nuestra ayuda y nuestro estímulo.
2 Timoteo 3.12 “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;”
Aquí Pablo le dice a Timoteo que quienes obedecen a Dios y viven para Cristo serán perseguidos. No se sorprenda cuando la gente lo malentienda, lo critique y aún trate de causarle daño por su fe y su forma de vida. No se rinda. Viva como usted sabe que debe vivir. Dios es el único a quien usted debe agradar.
Jesús ya había advertido a sus discípulos acerca de la angustia que enfrentarían por serle fiel. En Mateo 10:16–17 les declaró:
Mateo 10.16-17 “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;”
Mateo 10.25 “Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?”
24 horas después que Jesús dijo estas palabras, es decir, la noche siguiente (el jueves de la Semana Santa), cuando se reunirían en el aposento alto, el Señor reiteraría esa misma advertencia.
El miércoles de Semana Santa, el Monte de los Olivos les había dicho exactamente que esto sería así todo el tiempo entre su primera venida y su segunda venida:
Mateo 24.9-14 “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”
Jesús Advierte de la Persecusión
Juan 15.17 “Esto os mando: Que os améis unos a otros.”
Aquí Jesús, equilibró las promesas de consuelo y bendición escritas de los capítulos 13,14 y 15: 1 al 16, con la advertencia de la hostilidad que esperaba a los discípulos.
Frente al odio del mundo, los discípulos se necesitarían desesperadamente unos a otros. Por lo tanto, el Señor repitió su instrucción anterior: “Esto os mando: Que os améis unos a otros”
Juan 15.12 “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.”
Como tal, reafirma la tesis de que amarse unos a otros es la marca del discipulado cristiano
Juan 13.34-35 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
Ese mandamiento es una transición entre las promesas del Señor a sus discípulos y su advertencia del odio del mundo; una advertencia que también debía motivarlos a amarse unos a otros.
En Juan 15, se nos ha anunciado por parte de nuestro Señor que los cristianos verdaderos, los pámpanos verdaderos van a hacer perseguidos.
Nos has sido dado ese privilegio porque fuimos elegidos y designados para dar fruto o difundiendo el maravilloso Evangelio a otros como su misión:
Juan 15.16a“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”
Se les dio el recurso de la oración porque para cumplir la voluntad de Dios se necesitan los recursos de Dios:
Juan 15.16b “; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Y, por último, la voluntad de Dios se ejemplifica en una comunidad viva de discípulos que se aman unos a otros:
Juan 15.17 “Esto os mando: Que os améis unos a otros.”
Pero el mundo no acepta fácilmente esa comunidad ni sus compromisos de tesis. Por ello, en la siguiente sección se analiza la reacción del mundo.
La próxima semana terminaremos esta sección, la reacción del mundo ante Jesús y los discípulos, los pámpanos verdaderos. Analizaremos tres razones por las cuales el mundo odia a los creyentes
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
TEXTO EXPOSITIVO PRINCIPAL:
Juan 15.17 “Esto os mando: Que os améis unos a otros.”
¿Estás siendo perseguido(a) por causa de Cristo?
Para terminar, le doy tres consejos ANTE el ataque del mundo hacia su persona:
1. MANTENER EL ENFOQUE EN DIOS. El secreto es mantener el enfoque en el Señor, pase lo que pase. Si no lo hace, reaccionará negativamente. Si usted permanece centrado en Dios, las cosas que Satanás utiliza para distraer su atención no tendrán el poder de paralizarle. Ya no escuchará las voces falsas o acusadoras a su alrededor. En Isaías 41.10, Dios nos asegura:
Isaías 41.10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Satanás intensificará la oposición porque quiere que usted piense que la situación es peor de lo que es en realidad.
2. Debemos Confiar en el poder de Dios por completo. Los conflictos, la persecución y la guerra espiritual pueden consumir sus energías físicas, emocionales y espirituales. Usted se va a la cama pensando en ello. Sus “enemigos” saben que tiene debilidades, por lo que estarán pendientes de la primera y más pequeña señal de miedo. Cuando la vean, vendrán contra usted como un rebaño de ganado en estampida.
Usted puede estar perfectamente en lo correcto, pero la presión puede hacer que dude del poder de Dios en su vida. Es allí cuando el enemigo comenzará a atormentarle, diciendo: “Dios no va a protegerte. ¡Estás solo!» Usted tiene que rechazar esa clase de pensamientos, y abrazarse al poder de Dios.
3. Confíe en que saldrá victorioso. Podemos confiar en que ganaremos todas las batallas que Dios permite en nuestras vidas, por su absoluta soberanía, no por nuestra fortaleza, sabiduría o experiencia. Porque Él es soberano y Él tiene todo en perfecto control. Si usted elige creer que es una víctima de las personas y de las circunstancias, está diciendo, en realidad, que ellas tienen más control sobre su vida que Dios. Pero si está caminando en obediencia con el Señor, todo lo que Él permite será, al final, para bien suyo y para gloria de Él:
Romanos 8.28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”